Smart Fashion = Slow Fashion: hacia la sostenibilidad como norma
El sábado 27 de enero celebramos la jornada Smart Fashion = Slow Fashion. Madrid: Objetivo de Desarrollo Sostenible en las instalaciones de El Paracaidista, con una sala llena hasta la bandera y con un público muy participativo. Tanto los invitados como los ponentes de las organizaciones representadas nos hicieron pensar mucho acerca del presente y el futuro que ya está llegando.
El día comenzó con Paloma G. López, fundadora de The Circular Project, presidenta de la Asociación de Moda Sostenible de Madrid, e impulsora de la jornada afirmando que la Sostenibilidad ya está en todos y cada uno de nuestros movimientos, tanto a nivel individual como empresarial. Esto es así porque no nos podemos permitir el lujo de perder más tiempo debido a la alarmante situación medioambiental.
De este modo, dio pasa a de José Illana de Quiero que comenzó afirmando “La moda es mucho más que una industria, es un lenguaje y una forma de expresión que llega al corazón de la gente” una premisa sobre la capacidad transformadora de la moda que arrancó el evento. Una jornada que él calificó como de celebración. “Ser una gran empresa no depende del tamaño, depende de hacer las cosas bien. Tenemos que creérnoslo, porque los que hacemos las cosas de forma sostenible y bien, tenemos la razón. Y punto”.
¿Cuáles fueron las principales conclusiones de la jornada?
La sostenibilidad es ya el principal motor de la innovación. Lo entendimos de manos de la biotecnóloga Yunaira Méndez. Nos mostró cómo marcas internacionales están invirtiendo en investigación para crear nuevos tejidos inteligentes que se adaptan a las necesidades de las personas, a la vez que son respetuosos con el medio ambiente. Un buen ejemplo es lo que está haciendo la marca española Sepiia, proyecto que pudimos conocer de primera mano con la intervención de su fundador.
Artesanía, sostenibilidad y moda inteligente van de la mano: tenemos que volver a la moda con propósito y con alma para conseguir el cambio. Palabras de Susana Nakatani, diseñadora, que también señaló la importancia de que la moda inteligente llegue a todas las personas por igual, sin elitismos. Esto es la moda inteligente.
La ropa no cambia el mundo, lo cambian las mujeres que la hacen. Ruby Veridiano, change maker presentada y traducida por Mariel Jumpa de Slow Fashion World, señaló la necesidad de que la moda esté incluida en la agenda feminista. Para conseguir el ODS de la equidad de género hay que tener en cuenta que “la fast fashion empodera a unas mujeres a costa del trabajo esclavo de miles de otras. Tenemos que conectar con ellas y contar sus historias con dignidad”.
Es necesario un cambio de sistema: tenemos que pasar de la economía lineal a la economía circular. Según la diseñadora Sylvia Calvo, también presidenta de la Asociación de Moda Sostenible de Barcelona, la clave está en el diseño. Debemos ver el residuo como algo recuperable. “Doing good is a good business”. El compromiso debe ser completo: de la ciudadanía, las empresas y las instituciones. En esta línea intervino también Anabel Rodríguez, presidenta de la Fundación para la Economía Circular.
La colaboración entre países es fundamental para que la moda sostenible avance, pero siempre mirando a al recuperación de la producción local. Roosmarie Ruigrok señaló la importancia de la cooperación entre las distintas iniciativas, algo que Paloma G. López mostró como inherente a la moda sostenible.
La mesa de clausura: el futuro de la moda sostenible pasa por convertirse en la norma
Con representantes de organizaciones tan comprometidas con la sostenibilidad como British Council (Ludovic Assemat), Greenpeace (Celia Ojeda), Oxfam (Alberto Abad) y las Asociaciones de Moda Sostenible de Madrid y Barcelona, además de la firma sostenible Ecoalf (Carol Blázquez), concluimos la jornada.
- Reflexionamos sobre la precarización: la fast fashion empobrece a toda la cadena.
- La moda sostenible tiene que comunicar lo que hace de forma “sexy” para llegar al gran público. Comunicar la autenticidad de los proyectos sostenibles y usar las mismas armas que las multinacionales es clave para llegar al gran público.
- El cambio en el que estamos trabajando llevará a que la sostenibilidad sea la norma y no haga falta señalar en la etiqueta que una prenda es sostenible.
- La moda sostenible ha llegado hasta la alta costura rompiendo tópicos. Es una oferta lo suficientemente flexible como para llegar a todos los rincones del sector textil y alcanzar a todo el público.
Smart Fashion = Slow Fashion: el cambio es ahora
Si algo ha quedado claro tras la jornada es que la moda es una herramienta imprescindible para conseguir un mundo más sostenible. Hay muchas personas llenas de talento y proyectos muy potentes que ya están trabajando día a día para conseguir un mundo mejor. Porque somos slow, pero tenemos prisa y no hay plan B para el planeta.
¡Nos vemos en la próxima edición de Madrid Es Moda!