Una casualidad que me ha cambiado los esquemas, Ana Foncillas
Me llamo Ana Foncillas y os voy a contar la historia de una maravillosa casualidad que me ha cambiado los esquemas.
Conocí The Circular Project al pasar frente al escaparate. No tenía ni idea de que existía el concepto de moda + sostenible, y la tienda fue una auténtica sorpresa. Hasta el momento conocía muy pocas tiendas en las que poder encontrar prendas fabricadas en condiciones dignas. No me hubiera imaginado encontrar, aunando dos conceptos en teoría tan incompatibles, un abanico tan amplio de marcas que están diseñando y produciendo bajo criterios de sostenibilidad. Al descubrimiento le siguió mi primera compra: unas mallas Lifegist, posteriormente mi aventura a participar en el desfile urbano Let it Slow! en diciembre del 2015 y desde entonces una continua colaboración con Paloma para sacar esta maravillosa idea adelante aportando en lo que puedo mi experiencia e ideas.
El desfile fue algo insólito, todo una puesta en escena de un modelo económico emergente en el sector de la industria de la moda, que está velando porque la materia prima se cultive sin dañar nuestro hábitat y que aboga por un beneficio digno para todas las partes implicadas en el proceso de fabricación: agricultura, diseño y producción de la prenda. Esta pasarela puso de manifiesto cómo sí es posible vestirnos de maravilla y disfrutar del mundo de la moda cuidando nuestro planeta y manteniendo la percepción de dignidad de todas las personas involucradas en el proceso de fabricación.
Empecé a ahondar poco a poco en el modelo económico que defiende este proyecto: La Economía del Bien Común, otro gran hallazgo en mi encuentro con The Circular Project y que invita a una reflexión profunda sobre el papel que ocupamos las personas en la cadena de producción.
Ana Foncillas